Patricia Bullrich: "Argentina está en un estado deplorable y no se sale sin esfuerzo"

Durante un almuerzo en la Bolsa de Comercio de Córdoba, la titular del PRO y precandidata a presidente detalló las propuestas políticas, económicas y sociales que piensa llevar a cabo en caso de ser electa.

 

Patricia Bullrich, titular del PRO a nivel nacional y precandidata a presidenta, participó de un almuerzo en la Bolsa de Comercio de Córdoba y allí detalló su plan de acción en caso de llegar al Gobierno en las próximas elecciones.

Junto a ella estuvieron Guido Sandleris, asesor estratégico de la Bolsa, y el diputado nacional y economista Luciano Laspina, quien sería ministro de Economía de Bullrich.

Ante empresarios y dirigentes de la provincia y el país, Patricia Bullrich habló sobre el presente de los argentinos y expuso cuáles son los temas “urgentes” a tratar: economía, seguridad y educación.

Bullrich reconoció que, para lograr un cambio de raíz, se requiere de un esfuerzo de todos: “Es un ciclo electoral en el que los ciudadanos argentinos, los profesionales, las clases medias, los trabajadores, los padres de familia, los jóvenes, que miran el país como si no tuviera futuro, sienten que no quieren más que la política sea un discurso vacío, sin contenido. Quieren que haya verdad, por más dura que sea”.

“Los argentinos, en todo el país, saben con total precisión que la Argentina está en un estado realmente deplorable y que no se sale sin esfuerzo, pero que la gran diferencia que tenemos que plantear es cómo ese esfuerzo no es un esfuerzo que redunde en aquellos elementos que han generado y alimentado la crisis que tiene la Argentina”, sostuvo.

“No es esfuerzo para que el Estado crezca del 23% del PBI al 41, 42. Porque ese esfuerzo significó que en 20 años, todos los argentinos -los que tienen un comercio, los que tienen empresas, los que tienen campo, los que trabajan- nutrieron con su dinero la duplicación de un Estado que no significó en ningún caso mejores servicios. Quiere decir que ese 20% de crecimiento del Estado, del dinero de los argentinos, de los ahorros que busca la Bolsa de Comercio para llevar al mundo productivo, fueron alimentar una burocracia incapaz de darle a los argentinos más que miseria y más pobreza”, ahondó.

Bullrich insistió en que el cambio de régimen “no es un cambio menor” o que se pueda pensar como una secuencia gradual de cambios pequeños sobre nuestra economía: “Es un cambio de régimen total y absoluto. Implica demoler el régimen económico social y político que ha construido el kirchnerismo”.

Además, expresó que “el federalismo argentino” se ha devastado a partir de que las provincias productivas cada día más han financiado a provincias que se han constituido como provincias improductivas porque su sistema político feudal no les conviene producir.

“¿Por qué Córdoba tiene industrias, campos, distintas producciones y Formosa es una provincia pobre? ¿Qué explicación existe? La única explicación es su régimen institucional y el riesgo que sufre la Argentina con su sistema actual es que la mitad del país subsidia a la otra mitad del país”, sentenció.

Y enfrentó al “federalismo sustractivo” con el “federalismo productivo”, como “aquel que desarrolla en sus provincias las capacidades de generar posibilidades de producción, de crecimiento de su población; contra aquellas provincias que solamente se convierten en cajas registradoras, que tienen empleo público y utilizan recursos solamente de la coparticipación y que, una parte mínima, que no va al salario del empleo público, va a algún tipo de infraestructura, escuela, camino, ruta”.

También insistió en la necesidad de trabajar sobre la independencia de la Justicia y la Seguridad jurídica del conjunto del país y los valores republicanos de la libertad de prensa “y no que uno vaya a provincias donde los medios de comunicación son los medios del gobernador”.

“Esta lógica de construcción de un pacto fiscal institucional y republicano es lo que necesitamos para que el país crezca en su totalidad y por eso los incentivos deben ser claros y concretos. ¿Cuál es el nivel de empleo público que una provincia tiene que tener? ¿Cuál es el nivel de actividad privada que esa provincia tiene que tener? Si todo lo busca de la coparticipación, no hay ningún incentivo”, señaló.

Inversión privada y nuevas leyes

“La empresa privada como motor de la Argentina tiene que venir con toda la fuerza y con todos los mecanismos para que la autopista de simplificación sea una verdadera autopista de desregulación, de desburocratización, del fin de la corrupción para que la Argentina realmente ponga en esa autopista todas las posibilidades para que crezcamos en cantidad de empresas”, expresó Patricia Bullrich y detalló que en el país hay 14 empresas cada 7 mil habitantes, contra 26 que tiene Brasil y 44 que tiene Chile, por ejemplo.

“Este nuevo Gobierno tiene que estar enfocado en que la macro economía sea una autopista para el crecimiento de la inversión privada de nuestro país. Esto implica terminar con todas las distorsiones que hoy tenemos”, analizó.

Bullrich adelantó que –en caso de ganar– “son más las leyes que tenemos que derogar que las que tenemos que votar. Tenemos que terminar con un Congreso que vota leyes y leyes y cuando uno tiene que ir a abrir una empresa no sabe por dónde empezar. Necesitamos leyes, decretos, resoluciones, de la AFIP, de la Anses, del Inta, del Inti, de cualquiera de los organismos que trabajan en el país para que la apertura de esta inversión privada sea simplificada y no solamente para el capital extranjero, sino para los argentinos, desde el que tiene un almacén en Ushuaia al que tiene una petrolera en Vaca Muerta. Todos los argentinos necesitamos esa descontaminación legal para poder simplificar la vida concreta de las empresas”.

Además, insistió en la necesidad de terminar con los cepos, aunque aseguró que “no es fácil”, pero que “tenemos que ir a ese cambio de fondo, sin miedo”.

Hablando de temas concretos, se refirió a “pactos fiscales de rienda corta. Basta de gobernaciones que tienen superávit y el Estado Nacional que está en crisis permanente, con una macroeconomía que no puede administrar y que después pega en todas las provincias argentinas. Vamos a un esfuerzo en el que el país entero tiene que liberar sus enormes desniveles y distorsiones macroeconómicas”.

“Hay que animarse a hablar de equilibrio fiscal y de superávit fiscal. Porque con equilibrio fiscal vamos a poder administrar lo que hay; con superávit fiscal vamos a poder empezar a cambiar la estructura impositiva distorsiva que tiene nuestro país, que es lo que necesitamos para que después logremos tener una única moneda, tengamos también la posibilidad de que todos aquellos que quieran invertir en la Argentina vengan, porque la Argentina tiene impuestos razonables, leyes laborales razonables y tiene la capacidad de generar condiciones de largo plazo para que la inversión sea segura”.

Regulaciones en el mercado laboral

Patricia Bullrich planteó este tema como “el primer punto de discusión” que van a tener en caso de llegar al Gobierno: “Tenemos 6 millones de trabajadores en blanco o en “gris” (también pasa en el Estado nacional y los Estados provinciales); 8 millones de trabajadores informales y 3 millones de personas con planes sociales”.

“¿Qué significa la inclusión, uno adentro y dos afuera, o que el conjunto de trabajadores de nuestro país tenga los componentes básicos y fundamentales de la Seguridad Social? La inclusión que plantean determinados sectores del sindicalismo argentino es solo el mantener a aquellos que están adentro, que cada vez son menos”, indicó.

Y sostuvo que “el régimen laboral tiene que ser razonable, las cargas sociales no pueden destruir a las empresas y las indemnizaciones no pueden ser el pasivo enorme que tienen hoy las empresas argentinas”.

Políticas para combatir el delito: “Los delincuentes, si las hacen las pagan”

Patricia Bullrich, exministra de Seguridad, lamentó la actual situación que se vive en la ciudad de Rosario y adelantó que su sueño es que “la cárcel para narcotraficantes se construya en los terrenos de Lázaro Báez, como una manera de expresar que se termina la corrupción en la Argentina”.

“Se han desarmado todas las políticas que habíamos llevado adelante para combatir el delito diario, que muchas veces es simple pero puede terminar en una muerte. Necesitamos trabajar sobre estas organizaciones mafiosas para combatir el delito todos los días”, insistió y adelantó: “Nuestra filosofía es clara, nuestro bien a proteger es la ciudadanía. Los delincuentes, si las hacen las pagan”.

Y agregó que “lo segundo es cuidar a los que nos cuidan. Nuestras fuerzas de seguridad tienen que tener el valor y el respeto que se merecen. El que se desvíe del camino le sacamos el uniforme para siempre, pero el que protege a la ciudadanía no puede terminar siendo acusado por usar los recursos legales que el mismo Estado le dio. Si no le damos protección a los que trabajan por la ciudadanía, no vamos a tener fuerzas de Seguridad que ayuden a los ciudadanos y que vayan al lugar al que tienen que ir en el momento que tienen que ir”.

Volver a tener una educación de calidad

También hizo hincapié en la educación y explicó que, como Gobierno, apuntan a “cosas más simples”.

“Al tercer grado tienen que estar alfabetizados, tienen que saber leer, escribir, tienen que saber matemáticas. Pensamos en que no podemos tener una deserción como la que tenemos hoy en la escuela secundaria. Necesitamos trayectos laborales, formación para el trabajo. Medir la calidad educativa en todas las provincias argentinas. Necesitamos medir cómo avanzan los estudiantes y la calidad de los docentes, tienen que ser capaces de transmitir conocimientos”.

“Necesitamos una educación universal, vamos a terminar con la ideología en la educación, que genera un pensamiento imposible para que esos jóvenes puedan desarrollarse en la vida”, ahondó. “Ciudadanos libres, que piensen, no talibanes de una ideología”.

Un cambio irreversible

A modo de cierre, Patricia Bullrich pidió la ayuda de todos los argentinos para “salir de esta decadencia”.

“Mi decisión, si me eligen, es ponerle todo el coraje y el carácter para que el cambio sea irreversible. Pero necesito el carácter de una sociedad que no se rinde, no es una tarea de una persona ni de un equipo, es la sociedad argentina que decide dar vuelta la página”.

Y, a pesar que el camino “va a ser difícil, lleno de obstáculos”, prometió “valentía y coraje” para que los cambios se realicen de verdad.

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