Pensamiento inclusivo

Por Daniela Noguera

A la discapacidad le cuesta mucha fatiga estar en la agenda de gobierno, mucho se habla y poco se ejecuta, es lo que NO permite planificar políticas públicas sostenidas, transversales, con enfoques adecuados a los derechos humanos, para lograr su desarrollo y su plena inclusión en la sociedad. El haber desaprovechado el reciente Censo 2022 (1) para recolectar datos actualizados es un claro ejemplo del escaso valor que representó el tema.

Mientras no exista un real compromiso por parte de dirigentes que son quienes proyectan la accesibilidad y concretan la inclusión en distintos ámbitos, Argentina seguirá siendo una carrera de obstáculos para las personas con dificultades.

Escuchar las situaciones que deben afrontar las familias y la misma persona con discapacidad para superar barreras burocráticas e inconvenientes de los más variados, es moneda corriente a la hora de hacer valer sus derechos.

La “Accesibilidad” hace referencia a rampas y circuitos dónde todos podamos desplazarnos sin ningún inconveniente, pero también a poder alcanzar y usar tanto bienes como servicios. La persona con discapacidad es un consumidor más dentro de la sociedad, es alguien que hace trámites como cualquier ciudadano. Hablamos entonces de Accesibilidad a Derechos y su ejercicio pleno.

Otro aspecto es la tendencia a pensar que la discapacidad involucra a un grupo reducido de personas, que son pequeñas minorías, la realidad es que cuando miramos en detalle a cada dificultad en particular, los porcentajes de población afectados aumentan significativamente.

Hagamos un ejercicio de percepción, pensemos no sólo en ciegos, sino también en las personas con baja visión o aquellas que simplemente por alguna razón no saben leer.

Pensemos no sólo en sordos, sino también en los adultos mayores con disminución auditiva.

Pensemos no sólo en personas en sillas de ruedas, sino también en la mamá que empuja un cochecito… Hablemos también de personas mayores, porque nos abarca a todos, porque todos en algún momento de la vida vamos a envejecer y todos vamos a necesitar ser incluidos en el lugar en el que vivimos. Entonces, cuando pensemos en accesibilidad, pensaremos en soluciones para todos.

Así lo expresa la Convención Internacional de los Derechos de las Personas con Discapacidad (2), la cual cambia el paradigma de como ver la discapacidad… de alguien que tenemos que ayudar a “Sujetos de Derecho” adoptando un “Modelo Social” que incluye no solo las deficiencias que pueda tener una persona, sino también el hecho de que por alguna dificultad la misma tiene restringida su participación social. 

Se hace importante y necesario lograr adquirir pensamiento inclusivo, por parte de todos y sobre todo en dirigentes permitiéndonos crecer y evolucionar como sociedad. Surge casi naturalmente pensar en una sociedad y en un estado donde prevalezcan las 4A

APERTURA, AUDACIA, ACOMPAÑAMIENTO Y AMOR.

Apertura capacitando en todos los ámbitos para la discapacidad; Audacia para proponer leyes y herramientas que favorezcan el buen vivir, Acompañamiento tanto familiar, educativo como laboral entendiendo que nadie puede vivir en total soledad y Amor por el prójimo, cuidando la salud y bregando por su seguridad.

Si además rompemos con el preconcepto de establecer que las soluciones para lograr accesibilidad e inclusión requieren de mucho dinero, podremos encontrar y promover herramientas de acceso simples que hoy existen gracias a los avances tecnológicos.

La convivencia con la discapacidad nos enriquece y nos obliga a crear una sociedad para todos. Cambiemos, asumamos el compromiso, incluir no es un gasto sino más bien un beneficio.

¡NO DESPERDICIEMOS MÁS OPORTUNIDADES!

(1) Último Censo en Argentina fue en 2010 y reveló que el 12,9% de la población tiene alguna discapacidad, representando en ese momento unos 5 millones de personas.

(2) Argentina ratifica en 2008 mediante Ley N°26.378 la Convención y su Protocolo Facultativo en su totalidad, y por Ley N°27.044 en 2014 le otorga rango constitucional, reconociendo a la discapacidad como un asunto de derechos humanos.