Ley de Semillas y Transporte de Granos

Por Fernándo Amuchástegui

Es necesario contar con una nueva Ley de Semillas que proteja los derechos de quienes ostentan nuevas tecnologías y lanzan nuevas variedades al mercado.  Este es un gran pendiente de la política pública con el sector.

 La Ley de Semillas vigente data de 1972, cuando el cultivo de soja era insipiente en Argentina, y nadie imaginaba la velocidad de los avances tecnológicos, ni la  posibilidad de que existiesen cultivos genéticamente modificados.  Es necesario actualizar una ley que defienda la propiedad intelectual, promueva el desarrollo tecnológico y generen incentivos para incrementar las inversiones que permitan expandir la producción agropecuaria, generando mayor valor en la economía local y la posibilidad concreta de exportación de semillas de alta calidad  (muy importante para Cordoba por las excelentes condiciones de producción). Solo el 15 % del mercado de semillas de soja en Argentina es de curso legal.

 Solo para dar un ejemplo, la empresa Bayer  dio de baja en Argentina el evento biotecnológico INTACTA, que permite reducir el uso de insecticidas con beneficios económicos y ambientales muy importantes.

Como contracara, la empresa nacional Bioceres  logro  un evento de resistencia a la sequía (HB4) que fue aprobado  por China para la soja (principal importador), y por Australia para el trigo además de otros países.

TRANSPORTE DE GRANOS

Argentina es un país muy extenso,  las distancias desde las zonas productivas hasta los puertos superan muchas veces los 800 kms. Esta situación deja  fuera del sistema productivo por los altos costos de fletes entre otros, a muchos productores. Sumado a esto, las mafias sindicales y los centros de camioneros locales que impiden el ingreso de más camiones, repercuten en tarifas más caras y falta de logística en momentos de cosecha principalmente.

  No hay dudas que el ferrocarril es mucho más eficiente, económico y amigable con el ambiente, sobre todo pensando en cargas a granel y grandes volúmenes.

  Argentina produce cien millones de toneladas de granos, y podrían ser ciento cincuenta millones si las zonas marginales lograran bajar los costos. El 80% de los movimientos son a través camiones por rutas colapsadas y en mal estado que provocan accidentes y contaminan innecesariamente.

  Debemos pensar una red ferroviaria moderna y eficiente para lograr incrementar nuestra producción y hacer viables zonas que pueden ser productivas  en provincias que son muy deficitarias.