¿Qué decimos los jóvenes?

Por Facundo Atelman
Área Juventud Civilitas

La juventud tiene una voz fuerte y firme a la hora de opinar. 

Hoy el pensamiento de los jóvenes tienen mucha incumbencia para la toma de decisiones. Somos el futuro, es a nosotros lo que nos va a quedar de lo que se decida en cada poder. 

Por eso es importantísimo que las políticas se piensen, incluyan y escuchen lo que tenemos para decir.

Durante el último año se puede ver, en los aeropuertos, la cantidad de jóvenes que deciden dejar las comodidades de sus hogares para ir en busca de nuevas oportunidades en el exterior. 

Mencionamos nuevas oportunidades. Porque se observa que en Argentina, lo que más falta son oportunidades. Las mismas son de trabajo, de independencia, de progreso, de desarrollo… como muchas otras. 

Los jóvenes están hablando. Y no es necesario prender el televisor para escucharlos. Basta con ir a la terminal de ómnibus (porque han quitado los vuelos directos desde CBA hacia el viejo continente, un símbolo de la falla en el supuesto "federalismo", obligando a partir desde BsAs). 

Es suficiente acercarse a los colegios y mirar las estadísticas de quienes terminan el secundario, como también tener en cuenta el por qué abandonan los estudios. En su mayoría lo hacen para trabajar y poder aportar en los hogares. 

Otro punto donde la juventud está hablando es en las redes, el pedido de nuevas leyes, como la Ficha Limpia o la Boleta Única, muestran la mirada que se tiene contra la corrupción y el fraude desde el Estado. 

Son pedidos expresos para dar transparencia en el sector público y permitir que empiece a funcionar como corresponde. 

Por último, para no seguir amargando con la lista, no nos podemos olvidar de ver los relatos que destruyen la meritocracia y favorecen la vagancia, el no-esfuerzo. Sin embargo no son solos relatos, están en los hechos, miremos la cantidad de planes (lo que menos tienen son un "plan") que lo único que hacen es fomentar el clientelismo, la pobreza y frenar el progreso y desarrollo de las personas. 

Existen heridas que se vienen arrastrando desde hace tiempo y por lo pronto no tienen una solución a la vista. Hoy tenemos dolores en todas las áreas que rodean a Argentina: la justicia, el estado, la seguridad, economía, salud… Los jóvenes lo vemos y estamos hablando. 

Necesitamos que nos escuchen, que empiecen a trabajar para la solución de los problemas. No nos pueden pedir que nos quedemos, cuando por atrás están planeando atarnos y quitarnos libertades. No sé pueden quejar por quienes deciden irse, cuando hoy la agenda esquiva las prioridades. 

Solo pedimos que nos escuchen y que se actúe en concordancia para el bien común.